La prueba de humo es una excelente técnica para identificar problemas en los sistemas de servicios públicos de desagües y alcantarillado pudiéndose detectar fugas, fisuras, roturas y lugares en los que se encuentren conexiones irregulares y vertidos a arroyos.

Consiste el inyectar humo no toxico en la línea de desague a través de la boca de registro que luego escapa y se observa la salida al exterior del mismo en caso de que exista alguna anomalía.